sábado, 10 de agosto de 2019

Un hombre que eligió ofrecer su vida a un sueño de hermandad...

El General Don José de San Martín, un hombre que creyó en sí mismo, en el valor de sus ideales, y en la fuerza de la Tierra que lo nació, lo enraizó y lo nutrió hasta que dio el fruto más grandioso: la LIBERTAD para todas las gentes de su Tierra Madre.

El 17 de Agosto lo recordamos, en la fecha de su fallecimiento.  Sin embargo, desde nuestro lugar, desde Los Cuentos de Pacha, deseamos honrar y conmemorar su VIDA.  Una vida que nos inspira, nos enorgullece y nos convoca a ser cada día quienes construimos la realidad que deseamos vivir.

Les compartimos aquí, una pincelada de su profunda humanidad, de su noble compromiso con su Tierra y sus gentes a quienes ama y entiende como sus hermanas y hermanos.  El en gran trabajo de nuestro antropólogo Carlos Martínez Sarasola, encontramos las memorias perdidas de la vida de este hombre que confió en su corazón para que seamos un país libre y generoso.

Nuestros paisanos... demuestra, entre el alegato y la investigación etnohistórica, la presencia aborigen en cada uno de los hitos que delinearon al país. En 1807, cuando la invasión inglesa era inminente –el virrey Rafael de Sobremonte había escapado– el, acta del Cabildo de Buenos Aires correspondiente al 17 de agosto de 1807 informa que la asamblea se interrumpió a causa de una “visita sorpresa”:
“... Se apersonó en la sala el indio Pampa Felipe (...) y expuso que venía a nombre de dieciséis caciques de los pampas y tehuelches, a hacer presente que estaban prontos a franquear gente, caballos y cuanto auxilios dependiesen de su arbitrio, para que se echara mano contra los ‘colorados’ –es decir, los ingleses–; y que hacían aquella ingenua oferta en obsequio a los cristianos, porque veían los apuros en que estarían...”.
Después, en la época en que San Martín aprestaba al Ejército de los Andes en El Plumerillo (Mendoza), el General llamó a los caciques de la zona para decirles que como él “también era indio” pensaba ir a combatir a los españoles, pero que precisaba que le dieran acceso por la cordillera. “Yo necesito la licencia de ustedes, que son los dueños del país”, les dijo San Martín, de acuerdo con las memorias de Manuel Olazábal. Según escribió luego Ricardo Rojas, “los plenipotenciarios araucanos, fornidos y desnudos, ‘con olor a potro’, prorrumpieron en alaridos y aclamaciones al ‘indio’ San Martín, a quien abrazaban prometiéndole morir por él”.
parlamento de San Martín con el pueblo Pehuenche
(foto tomada del sitio losandes.com.ar)

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